Para algunas personas, ajustar la dieta puede ayudar a reducir el dolor relacionado con la inflamación. Limitar el azúcar y los carbohidratos refinados, y consumir menos carne puede ser beneficioso.

Para algunas personas, ajustar la dieta puede ayudar a reducir el dolor relacionado con la inflamación. Limitar el azúcar y los carbohidratos refinados, y consumir menos carne puede ser beneficioso.
Opta por recetas que requieran menos tiempo de preparación y cocción. Por ejemplo, en lugar de un pavo entero, puedes preparar un pollo más pequeño y fácil de manejar.
Planea tus comidas con anticipación y distribuye las tareas en pequeños bloques de tiempo. En los días en que el dolor sea más intenso, simplifica las tareas o usa dispositivos como el microondas para tostar frutos secos, lo cual es menos exigente físicamente.
Si estar de pie por largos periodos empeora tu dolor, trata de sentarte mientras picas los ingredientes.
Cambiar los cuchillos por tijeras de cocina para tareas como cortar brócoli o recortar judías verdes puede reducir el esfuerzo.
Para aquellos que sufren de dolor de espalda, cocinar en casa puede parecer una tarea desalentadora. Sin embargo, hay varias estrategias para adaptar la cocina y hacerla más accesible.
Preparación y Organización
Utiliza el concepto de «mise-en-place», que implica reunir todos los ingredientes y herramientas necesarios antes de comenzar a cocinar. Esto puede reducir la cantidad de movimientos y el tiempo de pie.
Además, usar un carrito con ruedas puede ayudarte a mover los objetos pesados sin cargar tu espalda.