La radiofrecuencia térmica o convencional, especialmente aplicada en procedimientos de rizolisis o radiofrecuencia del ramo medial, es un tratamiento mínimamente invasivo ampliamente utilizado para el manejo del dolor crónico, particularmente en casos de dolor lumbar, dorsal y cervical secundario a la degeneración artrósica de las articulaciones facetarias. Este procedimiento se enfoca en la «anulación» de los nervios que transmiten señales de dolor desde las articulaciones facetarias hacia el cerebro.
La radiofrecuencia del ramo medial (rama que inerva las articulaciones facetarias) implica el uso de calor generado por corriente de radiofrecuencia para lesionar de manera controlada el nervio y, por lo tanto, interrumpir la transmisión de las señales de dolor. El proceso generalmente sigue estos pasos:
- Preparación del paciente: El paciente puede beneficiarse de una sedación leve para reducir la ansiedad y garantizar su confort durante el procedimiento. Sin embargo, es crucial que permanezca despierto para ayudar a la localización precisa del nervio objetivo.
- Orientación por imagen: Utilizando técnicas de imagen como la fluoroscopia (una especie de radiografía en tiempo real), el médico guía una aguja hasta la ubicación exacta del ramo medial que inerva la articulación facetaria afectada.
- Prueba de estimulación: Antes de aplicar el tratamiento térmico, se realiza una estimulación eléctrica a través de la aguja para confirmar que su posición afectará adecuadamente las señales de dolor sin comprometer estructuras adyacentes. Esta estimulación consiste en un hormigueo que el paciente sentirá si la aguja esta colocada sobre el nervio a tratar. Si la aguja no se encuentra sobre el nervio, el paciente no notará nada y se deberá reajustar la posición de la aguja.
- Aplicación de calor: Una vez confirmada la posición de la aguja, se aplica un calor generado por corriente de radiofrecuencia a través de la punta de la aguja, lesionando el nervio de manera controlada. El calor impide que el nervio transmita señales de dolor.
- Recuperación: El procedimiento es ambulatorio, lo que permite al paciente regresar a casa el mismo día. La recuperación de la rizolisis por radiofrecuencia es generalmente rápida, con algunos pacientes experimentando un alivio inmediato del dolor, aunque en algunos casos, el alivio completo puede tomar varias semanas.
La rizolisis por radiofrecuencia es efectiva para reducir o eliminar el dolor por un periodo que puede variar de varios meses a años, dependiendo de la respuesta individual del paciente y de la regeneración del nervio. Es una opción preferida para pacientes que no han respondido a tratamientos conservadores como medicamentos o fisioterapia y buscan alternativas a la cirugía.
Aunque la radiofrecuencia térmica es segura y efectiva para muchos pacientes, como cualquier procedimiento médico, puede conllevar riesgos y efectos secundarios, como dolor temporal en el sitio de la inyección, sangrado, infección o raramente, daño nervioso. Sin embargo, estas complicaciones son infrecuentes gracias a la precisión que proporcionan las técnicas de imagen y la experiencia del médico.