La neuropatía de fibra fina (SFN) es una enfermedad que afecta a las pequeñas fibras nerviosas, incluyendo las fibras tipo A-delta Aδ (delgadas y mielinizadas) y las fibras C (no mielinizadas), responsables de la percepción del dolor y de las funciones autonómicas. Aunque es menos conocida que otras neuropatías, la SFN puede causar síntomas debilitantes y, en muchos casos, su diagnóstico puede retrasarse debido a la falta de estudios de conducción nerviosa anormales. La electroneurografía-electromiografía convencional permite descartar una radiculopatía S1 bilateral y una polineuropatía de fibra gruesa, pero no es capaz de evaluar con precisión una alteración de la velocidad de conducción de las fibras finas no mielinizadas.
Como aclaración, el sistema nervioso periférico está compuesto por diferentes tipos de fibras nerviosas que varían en tamaño, velocidad de conducción y función. Entre las más relevantes se encuentran las fibras A delta, A beta y C:
- Fibras A delta (Aδ) : Son de pequeño diámetro, mielinizadas, y responsables de transmitir el dolor agudo y las sensaciones térmicas, como el frío. Conducen señales a velocidades intermedias y están involucradas en la percepción de estímulos dolorosos y nocivos, como el dolor punzante.
- Fibras A beta: Son de mayor diámetro y están altamente mielinizadas, lo que les permite transmitir señales rápidamente. Estas fibras están especializadas en la percepción del tacto, la presión y la vibración, además de desempeñar un papel en la modulación del dolor.
- Fibras C: Son fibras de pequeño diámetro y no están mielinizadas, lo que les confiere una velocidad de conducción más lenta. Estas fibras están implicadas en la transmisión del dolor crónico, sordo, las sensaciones térmicas (calor), y también tienen un papel importante en las funciones autonómicas, como la regulación de la sudoración y la presión arterial.
En la neuropatía de fibras finas, se ven afectadas principalmente las fibras A delta (Aδ) y las fibras C.
Clínica de la Neuropatía de Fibra Fina
Los pacientes con SFN experimentan síntomas que varían desde dolor neuropático hasta alteraciones autonómicas. Los síntomas más comunes incluyen:
- Dolor quemante o punzante.
- Disestesias (sensaciones anormales como hormigueo o ardor).
- Hipoestesia térmica (dificultad para percibir cambios de temperatura).
- Síntomas autonómicos como hipotensión ortostática, alteraciones en la sudoración, y problemas digestivos o urinarios
Los síntomas suelen comenzar en las áreas más distales del cuerpo, como las plantas de los pies. Esto se debe a que las neuropatías periféricas, incluidas las neuropatías de fibras pequeñas, tienden a seguir un patrón longitudinal y dependiente de la longitud de los nervios. En otras palabras, las fibras nerviosas más largas, que se extienden desde la médula espinal hasta las extremidades, son las primeras en verse afectadas.
¿Por qué los síntomas comienzan en las plantas de los pies?
- Mayor longitud de los nervios: Las fibras nerviosas que inervan las extremidades inferiores, como los pies, son las más largas del cuerpo. Debido a su longitud, están más expuestas a daños metabólicos, tóxicos, inflamatorios o traumáticos. Este fenómeno es conocido como un patrón distal-simétrico, en el cual las partes más alejadas de la columna vertebral son las más afectadas.
- Mayor vulnerabilidad: Las fibras pequeñas, especialmente las no mielinizadas (tipo C) y las fibras A-delta, son más vulnerables que las fibras grandes a procesos degenerativos debido a su menor protección. Cuando la neuropatía afecta estas fibras, los síntomas como el dolor ardiente, las parestesias y la pérdida de sensibilidad térmica se perciben más intensamente en las áreas más distales, como las plantas de los pies.
- Distribución «en calcetín»: Este patrón, donde los síntomas se concentran en los pies y progresan hacia las piernas conforme avanza la neuropatía, es característico de muchas neuropatías periféricas, incluida la SFN. Con el tiempo, si la neuropatía progresa, los síntomas pueden extenderse hacia arriba por las piernas y eventualmente hacia las manos, siguiendo un patrón «en guante».
Diagnóstico de la Neuropatía de Fibra Fina
El diagnóstico de SFN puede ser un reto, ya que los estudios de conducción nerviosa, típicamente utilizados para detectar neuropatías de fibras grandes, suelen ser normales en estos pacientes. Por lo tanto, el diagnóstico se basa en la clínica y en pruebas especializadas que evalúan las fibras pequeñas.
- Biopsia de piel: La biopsia cutánea es el Gold Standard para confirmar la neuropatía de fibra fina. Se mide la densidad de las fibras nerviosas intraepidérmicas (IENFD), que generalmente está reducida en los pacientes con SFN.
- Pruebas de Sensibilidad Cuantitativa (QST): Evalúan las sensaciones térmicas y dolorosas, ya que las fibras pequeñas están involucradas en estas funciones. Un aumento en los umbrales de percepción puede sugerir disfunción.
- Otros métodos diagnósticos: Las pruebas de sudoración cuantitativa (Q-Sweat), la conductancia electroquímica de la piel (ESC) y los potenciales evocados por láser (LEP) también se utilizan para evaluar la función sensorial y autonómica.
Diagnóstico Diferencial
Es importante distinguir la SFN de otras neuropatías y condiciones que también pueden provocar dolor neuropático, como:
- Neuropatía diabética.
- Fibromialgia: Algunos estudios han demostrado que hasta el 49% de los pacientes diagnosticados con fibromialgia pueden tener una neuropatía de fibra fina subyacente
- Síndromes de dolor regional complejo (CRPS).
- Enfermedades autoinmunes, como el síndrome de Sjögren o la sarcoidosis
Escalas de Evaluación Funcional
El Neuropathy Impairment Score of the Lower Limb (NIS-LL) es una escala diseñada para evaluar el grado de afectación en las extremidades inferiores, valorando la pérdida sensorial, motora y de reflejos. Esta herramienta es útil en la evaluación y seguimiento de los pacientes con SFN, ayudando a cuantificar la severidad de la neuropatía y su progresión.
Opciones Terapéuticas para la SFN
El tratamiento de la SFN se centra en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. Las opciones incluyen:
- Tratamiento farmacológico:
- Antidepresivos tricíclicos (como la amitriptilina) y inhibidores de la recaptación de serotonina-noradrenalina (IRSN) como la duloxetina, que se utilizan para el manejo del dolor neuropático.
- Anticonvulsivos, como la pregabalina y gabapentina, también se emplean para controlar el dolor
- Tratamientos inmunológicos: En casos donde la SFN es secundaria a trastornos autoinmunes, los inmunosupresores y los corticoesteroides pueden ser efectivos
- Otras opciones terapéuticas:
- Plasmaféresis y terapias biológicas, en particular cuando se sospecha una etiología inmunomediada.
- Tratamientos tópicos, como los parches de capsaicina o lidocaína, para reducir la sensibilidad en las zonas afectadas.
Conclusión
La neuropatía de fibra fina puede ser debilitante, pero con un diagnóstico adecuado y un manejo apropiado, los pacientes pueden experimentar una reducción significativa de los síntomas. Las técnicas diagnosticas, como la biopsia cutánea y las pruebas de sensibilidad, son fundamentales para identificar esta condición, y el tratamiento personalizado puede mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes.
Referencias
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