El Síndrome de Dolor Regional Complejo (SDRC) es una condición clínica caracterizada por dolor continuo y desproporcionado en comparación con el evento inicial, usualmente después de un traumatismo o cirugía. Este dolor se localiza generalmente en las extremidades distales y está acompañado de hiperalgesia y alodinia. Otros síntomas incluyen edema, cambios en la temperatura y coloración de la piel, y alteraciones tróficas de vello, uñas y piel. En fases crónicas, pueden presentarse manifestaciones motoras como debilidad muscular, temblor esencial, mioclonías y distonías.
Fisiopatología
La etiología del SDRC es multifactorial y compleja, involucrando inflamación, disfunción del sistema nervioso simpático, sensibilización central y periférica, y posibles mecanismos autoinmunes.
- La inflamación inicial desencadenada por la liberación de citocinas proinflamatorias y neuropéptidos causa edema, eritema y aumento de temperatura en la región afectada.
- La sensibilización del sistema nervioso central y periférico contribuye a la persistencia del dolor y la hiperalgesia.
- Además, se ha observado una posible base genética y una participación autoinmune en algunos casos
Diagnóstico
El diagnóstico del SDRC se basa en los criterios de Budapest, que requieren:
- Dolor continuo y desproporcionado respecto a cualquier evento desencadenante.
- Al menos un síntoma en tres de las siguientes cuatro categorías: sensorial, vasomotor, sudomotor/edema, motor/trófico.
- Al menos un signo en dos o más de las categorías mencionadas durante la evaluación.
Tratamiento
El tratamiento del SDRC es multimodal e incluye terapia física y ocupacional, farmacoterapia, psicoloterapia y, en casos resistentes, intervenciones invasivas.
Tratamiento Farmacológico
- Glucocorticoides: Eficaces en las primeras etapas para reducir la inflamación y el dolor.
- Bisfosfonatos: Utilizados para mejorar el dolor, la hiperalgesia, la alodinia y el edema.
- Otros Fármacos: Analgésicos, AINE, antidepresivos tricíclicos (amitriptilina), anticomiciales (gabapentina), lidocaína y capsaicina tópica. Ketamina y inmunoglobulinas intravenosas han mostrado algunos beneficios pero requieren más estudios
Tratamiento No Farmacológico
- Terapia Física: Incluye cinesiterapia, TENS, crioterapia, masoterapia, baños de contraste, magnetoterapia, ejercicios activos, natación, hidroterapia, taichí y terapia en espejo. Estas técnicas mejoran la movilidad y previenen la atrofia y contracturas musculares.
- Terapia Ocupacional: Programas de actividades diarias que involucran la extremidad afectada, mejorando la funcionalidad general del paciente
Intervenciones Invasivas
- Bloqueos Simpáticos: Utilizados en situaciones crónicas, incluyen bloqueos del plexo braquial, ganglio estrellado y cadena simpática lumbar.
- Neuroestimulación medular: Colocación de neuroestimuladores medulares para la estimulación de los cordones posteriores ha demostrado eficacia enel control del dolor regional complejo.
- Perfusiones Intratecales: Clonidina y baclofeno son utilizados en casos específicos con buenos resultados, aunque sus efectos secundarios limitan su uso.
Prevención
Las medidas preventivas incluyen la movilización precoz después de un traumatismo, el uso de vitamina C tras fracturas o cirugías y la evitación de inmovilizaciones prolongadas. Estas estrategias pueden reducir la incidencia del SDRC y mejorar el pronóstico de los pacientes.
Pronóstico
El pronóstico del SDRC es incierto y varía entre los pacientes. La mayoría de los casos se resuelven en los primeros 12 meses, pero una proporción significativa puede desarrollar discapacidades prolongadas. La identificación y tratamiento tempranos son cruciales para mejorar los resultados a largo plazo.
Bibliografía
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